Iñaki Dufour
Doha, 20 nov (EFE).- A cuatro días de su estreno en el Mundial 2022, Sergio Rochet afina cada detalle, la adaptación al balón 'Al Rihla', "una pelota muy rápida" en la que trabaja "para agarrar el timing" entre los remates de sus compañeros en los entrenamientos y la inminente amenaza de Son Heung Min y sus rivales de Corea del Sur, a los que estudia para solventar a su favor cada momento decisivo.
"Cada año, el balón viene mejorando para los pateadores y para los jugadores y eso nos lo hace cada vez más difícil (a los guardametas). Es una pelota muy rápida y se hace muy complicada. Estamos haciendo mucho hincapié para hacer remates para agarrar el 'timing' y los tiempos de este balón. Uno está acostumbrado a trabajar con otra pelota en Uruguay, así que estamos en proceso de adaptación", asumió el arquero titular de Diego Alonso tras el entrenamiento vespertino en Doha.
Es un balón "concebido para soportar la máxima velocidad de los partidos", según la FIFA.
"Diseñado minuciosamente a partir de la recopilación de datos y los ensayos rigurosos llevados a cabo en los laboratorios de Adidas, en túneles de viento y en el terreno de juego -donde también ha sido puesto a prueba por los propios futbolistas-, ofrece grados óptimos de precisión y fiabilidad en el campo, debido en parte a la novedosa forma de sus paneles y a las nuevas texturas de la superficie", especificó.
Por un lado, por dentro, el "corazón del esférico proporciona velocidad, precisión y consistencia en los partidos de mayor intensidad, y conserva al máximo la forma, el aire y la precisión en el rebote.
Y, por otro, por fuera, "un cuero de poliuretano texturizado con una novedosa forma con 20 paneles mejora la precisión, la estabilidad y la rotación en el aire del balón gracias a macro y microtexturas, así como al contrarrelieve de la superficie".
Una amenaza más para los porteros. "El nuevo diseño permite al balón conservar una velocidad mucho mayor cuando se desplaza por el aire. De cara al mayor evento deportivo del planeta, nos propusimos hacer posible lo imposible con una innovación radical y crear el balón más rápido y preciso de la Copa Mundial de la FIFA hasta la fecha", abundó en la presentación, el pasado marzo, Franziska Löffelmann, directora de diseño, gráficos y equipamiento de fútbol de Adidas.
"ESTUDIAR Y RESPETAR A SON, PERO CONFIANDO EN LO QUE HACE UNO"
A ese balón, en una carrera contrarreloj, se adaptan los porteros de Uruguay ante el inminente debut, igual que analizan y estudian a cada rival.
El primero de ellos es Corea del Sur. Y Son Heung Min. "Uno está preparado para todos, no sólo para Son. Sabes que en la selección están los mejores. Sin duda, Son a nivel mundial ha demostrado que está en un grandísimo nivel y uno lo está mirando desde hace tiempo", admitió este domingo Rochet.
"Estudiarlo, respetarlo, pero confiando en lo que hace uno", abundó el guardameta, que piensa que el mejor futbolista surcoreano, que se entrena con una máscara diseñada por el Tottenham por la fractura alrededor del ojo de la que fue operado el pasado 2 de noviembre y que es duda para el encuentro del próximo jueves en el estadio Ciudad de la Educación de Doha, "va a jugar" frente a Uruguay.
"No me quita ni me preocupa mucho más, porque si entra uno en su lugar lo hará también de buena manera. Sí estoy estudiando a cada uno de sus jugadores para en el momento de tener esa instancia decisiva, como son los manos a manos o el remate, sacar una ventaja", explicó el portero, con destreza en el uno contra uno.
EL PORTERO TITULAR DE DIEGO ALONSO
Debutante con la selección con Diego Alonso y titular indiscutible desde que asumió el mando, incluso por delante de Fernando Muslera y sus 133 encuentros como internacional celeste como el dueño de la portería desde 2009, el cambio de técnico impulsó a Rochet al once con Uruguay a sus 29 años, además de forma inmediata: jugó los últimos cuatro partidos de las eliminatorias y ocho de los nueve duelos hasta ahora de esta nueva era, con tan solo dos goles en contra y con una secuencia de seis choques imbatido. Antes, fue convocado 13 veces por Óscar Washington Tabárez, pero no dispuso de ningún minuto.
Ha sido, a la vez, campeón con Nacional, el club en el que juega desde 2019, a su regreso de su aventura de un lustro por el fútbol europeo. En 2014, desde Danubio salió hacia el AZ Alkmaar neerlandés, con el que jugó 69 partidos y al que irrumpió después de un primer paso por el filial.
Después fichó por el Sivasspor, con tan solo 15 partidos jugados, antes de regresar a su país para defender la portería del Nacional: 110 encuentros como titular en los últimos tres años, con 80 goles en contra. Esta campaña la terminó con 44 choques y nada más 26 tantos encajados.
"Los jugadores que nos vamos a enfrentar hoy en día en el Mundial vienen de competencias muy diferentes a las que uno está acostumbrado en Sudamérica o Centroamérica. Trabajo para prepararme para ello. Sabes que en el momento decisivo estos jugadores tienen una calidad que quizá uno no está acostumbrado en Uruguay o en Sudamérica a reflejarlo y no está preparado para lo que son estos delanteros", repasó el portero de 1,89 metros.
"Tuve la suerte de tener un paso por Europa, que eso juega un poco a favor. Hay una diferencia, sí, pero es mínima. Hay que estar atentos y concentrados para esos detalles sacar ventaja y que no te saquen ventaja ellos", enfocó ya a la Copa del Mundo, mientras se adapta a 'Al Rihla', se prepara para frenar a Son Heung Min o Cristiano Ronaldo -en la segunda jornada frente a Portugal- y aspira a "llegar lo más lejos" en Qatar 2022. EFE
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